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Cine Braille

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Todos estos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia

LA CAÍDA DE HITLER SEGÚN SPIKE MILLIGAN

Fue músico de jazz, actor, guionista, escritor, bipolar, apátrida, artillero en la Segunda Guerra Mundial, compinche de Peter Sellers y el Príncipe Carlos de Inglaterra, amigo íntimo de Robert Graves y George Martin, ídolo de apenas los Beatles y los Monty Python y, para una encuesta hecha por la BBC en 1999, "la persona más graciosa del milenio". Hasta en la muerte conservó el humor y la capacidad de incomodar: en su lápida se lee el epitafio "te dije que estaba enfermo" pero en el casi secreto idioma irlandés y no en inglés, porque al cementerio le pareció "irrespetuosa". Con ustedes, Spike Milligan, un personaje como hubo pocos.

 

"Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos colapsa. No parece estar respirando y su mirada es ausente. El otro busca un teléfono y llama a los servicios de emergencia. Jadeando exclama '¡mi amigo parece muerto! ¿Qué puedo hacer?' El operador le dice 'cálmese. Puedo ayudarle. Primero, asegúrese de que esté muerto'. Se produce un silencio, hasta que se escucha un disparo. De regreso al teléfono, el cazador dice "OK ¿y ahora qué?'" (The Goon Show, 1951).

 

Cuatro meses de durísimos combates y 55 mil bajas hicieron falta para que soldados de una docena de ejércitos pudieran desalojar a la Wehrmacht de las ruinas de lo que fuera la Abadía de Monte Cassino, en Italia, a mediados de mayo de 1944. Entre las bajas aliadas se contaba como herido en combate un artillero llamado Spike Terence Alan Milligan, nacido el 16 de abril de 1918 en Ahmednagar, India, entonces parte del Imperio Británico. En su vida civil antes de la guerra Milligan, que tenía oído absoluto y había aprendido solo a tocar los más variados instrumentos, era cantante y músico de jazz, y en su convalescencia pasó a formar parte del servicio encargado de entretener a las tropas. Tenía además un talento especial para el humor, y escribía y actuaba números que siempre eran muy festejados. Sobre el final de la guerra formó parte de The Bill Hall Trio, que acompañaba la actuación de una bailarina italiana, Toni Fontana. Spike no hablaba italiano, y Toni hablaba un inglés elemental: se enamoraron, pero no fueron capaces de confesárselo, y se separaron cuando Spike se volvió a Inglaterra con la desmovilización. (Años después recuperarían el contacto, y se seguirían viendo cada tanto en París hasta que los achaques de la ancianidad se los permitieron).
[Derecha: un sketch de Milligan en TV, de un humor cuya incorrección política es hoy evidente: se mofa de la pobreza de Irlanda a mitad del siglo XX. De todos modos hay algunos chistes muy buenos: el del taxi irlandés, el de la cuenta regresiva, el del "astronauta" que descubre que Harrod´s llegó primero a la Luna y lo arregla de un puñetazo. No pude encontrar un solo video de MIlligan con subtitulado en castellano].
Ya en las Islas, Spike probó suerte como guionista de programas radiales y como actor de una TV en la cual todavía estaba todo por inventarse. Un dia reencontró a un viejo conocido de los tiempos de la guerra, el actor Harry Secombe, que por esos días trabajaba en la BBC con, entre otros, Michael Bentine y un tal Peter Sellers. En 1951 la cadena les dio a los cuatro la oportunidad de salir al aire con un programa radial propio, que al principio se llamó Crazy people ("gente loca") y pronto The Goon Show ("el show de los matones"). Debutaron el lunes 28 de mayo de 1951, y antes de fin de año la audiencia se contaba por millones.
The Goon Show era un programa semanal de 30 minutos que se emitía en vivo, con público presente. Consistía en segmentos de comedia separados por intermedios musicales ejecutados por una banda residente, con la eventual participación del propio Milligan. El humor podía llegar a ser todo lo escatológico que se le escapaba a la censura de la BBC, pero en general primaba el culto del absurdo: un personaje podía tomar el ascensor y aparecer en los pantalones de otro o convertirse en ómnibus para facilitar su huida, o extorsionar a alguien con un "comprometedor juego de radiografías", o el almirantazgo británico podíar enviar a una cañonera a sofocar una rebelión en un oasis del Arabia. También jugaba con la vuelta de tuerca sorpresiva sobre el lugar común: "justo antes de que comenzara este show, el señor Max Geldray murió. Su esposa describió su condición como: satisfactoria". "Por diez años César gobernó con mano de hierro, luego lo hizo con pie de madera, y finalmente con un segmento de cuerda". "El campeón francés de salto sobre alambradas de púas - hasta su trágico accidente". "Fiel amigo y confidente del Primer Ministro, y autor del libro 'Diez años como espía ruso en la sede del gobierno'". Y también se divertía jugando con las convenciones del radioteatro: un personaje solía anunciar que se retiraba y se oía una puerta que se cerraba, pero pronto se revelaba que aún no se había ido y la puerta había sido cerrada por otro personaje. O los actores leían las indicaciones actorales del guión como si fuera su parlamento.
El programa también fue innovador en el empleo de efectos de sonido complejos, con el fin de dar, según se requiriese, un aura de verosimilitud o de disparate a las situaciones. Por caso, lograr el peculiar sonido del funcionamiento del estómago de uno de los personajes más festejados, el cobade, corrupto y mujeriego Mayor Bloodnok, requirió horas de edición de sonidos con empleo intensivo de grabadoras multipistas superpuestas, eco, reverberación y cintas pasadas al revés, aceleradas o ralentadas. Los trucos y los motivos musicales no pasaban desapercibidos a los oídos de unos chicos del norte de Inglaterra, que unos años después formarían una banda de rock que se llamaría The Beatles: la influencia de The Goon Show se puede sentir, por ejemplo, en la intro de piano de The Word, en el interludio marinero de Yellow submarine, en la extraña y casi desconocida pieza tardía You know my name (Look up the number). El humor que los cuatro Beatles hacían gala en las conferencias de prensa también le debe bastante al humor de los libretos del programa, lo mismo que el del libro In his own write de John Lennon. (Con los años, Lennon dictaría la reseña del New York Times a la compilación de los libretos del programa).
El éxito pronto desbordaría la radio. Sellers y Milligan hicieron tres incursiones en la TV británica durante los años cincuenta. La primera fue una sitcom sobre una revista llamada The Idiot Weekly, producida y dirigida por un muy joven Richard Lester. Le siguieron A show called Fred y y Son of Fred. El humor absurdo subía un escalón: los camarógrafos y los tiracables solían aparecer en la pantalla, los números musicales comenzaban de improviso, los sketches se fundían, y a menudo el remate de uno aparecía en el comienzo del siguiente. La escenografía era minimalista o a veces casi inexistente; las animaciones eran muy extrañas; los sketches a veces carecían de remate: en estos tres shows estaban las bases de Monty Python Flying Circus, más de una década antes. También filmaron dos películas y tres cortometrajes entre 1951 y 1959, el más famoso de los cuales es el último, The Running Jumping & Standing Still Film, nominado a un Oscar y dirigido por Lester, a quien el antecedente le serviría de carta de presentación para filmar... A hard day's night y Help! Spike también fue objeto de un documental para TV de Ken Russell, Portrait of a goon, de 1959.
Pero para alguien que padecía trastorno bipolar, una década de éxitos como la de 1951-60 no necesariamente equivale a la felicidad: más bien es esperable lo contrario. El año 1952 es notable, porque sintetiza en sus doce meses los altos y bajos de la vida de Spike. Fue el año en que se casó con June Marlow, en una ceremonia cuyo padrino fue Peter Sellers. Su dedicación a un trabajo agotador y las consiguientes crisis nerviosas atentaron contra la estabilidad de su matrimonio, que se separaría en 1960 luego de tener tres hijos. La relación con sus compañeros también se vio afectada: Bentine se retiró cansado de las peleas y, para diciembre, la delicada salud mental de Spike había entrado en una fase tan aguda que tuvo un colapso nervioso. Se autoconvenció de que debía matar a Peter Sellers y trató de entrar a su casa armado con un cuchillo, pero se lastimó al atravesar inadvertidamente una puerta de cristales. Permaneció sedado durante semanas, y tuvo que dejar el programa por dos meses.
El final de The Goon Show en enero de 1960 encontró a Milligan convertido en una figura importante del espectáculo, y le llovían ofertas para trabajar en cine, radio y TV, tanto en el Reino Unido como en Australia. Cada tanto publicaba algunos chistes en la revista Private Eye. Escribió una novela llamada Puckoon, y un libro de poemas, Silly verse for kids, en la vieja tradición británica del nonsense, que entonces gozaba de un renacimiento gracias a la influencia que autores como Lewis Carroll o Edward Lear tuvieron en rockeros como John Lennon, Bob Dylan o Syd Barrett.Participó en varias obras teatrales, como las versiones para escena de La isla del tesoro u Oblomov: sus extensas improvisaciones reescribían el guión todas las noches, y aseguraban el éxito de las puestas. Hizo en TV The Telegoons, un show de marionetas que reutilizaba, adaptados, los libretos del programa radial. Sellers, Secombe y Milligan aportaban las voces. En 1962 grabó con los Goons el primero de sus tres álbumes de comedia, Bridge on the River Wye, una parodia del célebre filme El puente sobre el río Kwai. El ingeniero de sonido de este disco hizo un gran trabajo y se convirtió en gran amigo de Spike: se trataba de George Martin. (Una de las razones por las cuales los Beatles aceptaron trabajar con él era que conocían su nombre por los discos de los Goons). Tan buen amigo que Martin fue el padrino del segundo casamiento de Spike, esta vez con Patricia Ridgeway, celebrado ese mismo año. El matrimonio tuvo una hija.
En el final de la década, el 24 de marzo de 1969, estrenó en TV Q5, un programa que llevaba un paso más lejos todo lo que Spike había hecho en radio y TV hasta entonces, y cuyo estreno despertó la alarma entre los Monty Python, que entonces estaban preparándose para salir al aire: Q5 era "lo que se supone que estamos haciendo", al decir de John Cleese y Terry Jones. Hubo problemas con los chistes sobre paquistaníes o judíos y con la exhibición de los generosos, magnánimos pechos de la actriz Julia Breck. Pero el programa tuvo poco apoyo de la BBC, el público no estaba preparado para aceptarlo, y esa primera temporada pasó rápidamente al olvido. Volvería entre 1975 y 1982, con más éxito.
[Derecha: un sketch de esos años. Al comenzar hace un juego de palabras muy gracioso pero intraducible: "and now, the late news. To be precise, one hour late", que quiere decir "y ahora, las últimas noticias. Para ser precisos, una hora tarde". El final es genial].
En 1971 se ganó los titulares por una acción arrebatada: al enterarse de que una obra artística que se exhibía en la Hayward Gallery consistía en la electrocución de ostras y langostinos (sic) irrumpió en la sala con un martillo y produjo tal escándalo que obligó a la suspensión de la muestra. Ese año comenzó a publicar sus muy exitosas memorias de tiempos de la guerra, cuyo primer volumen llevaba el notable título de Adolf Hitler: my part in his downfall ("Adolf Hitler: mi parte en su caída"). En el prólogo se advierte que "después de Puckoon juré que nunca escribiría otra novela. Es esta". La novela adopta una forma muy libre: anécdotas, fotos, dibujos, fragmentos de diarios, cartas, el facsímil de la comunicación de la muerte en servicio de un camarada (real), sketches, el relato de primer encuentro con Harry Secombe, absurdos y falsos memorandos de oficiales nazis ("Hitlergramas"). Es una biografía real pero en tono jocoso, con muchas bromas. Así, Spike escribe que su llamado a servicio le llegó con un boleto de tren y una foto de Hitler que anunciaba "éste es tu enemigo". Como Spike llega tarde al cuartel, afirma que se compromete a compensarlo "peleando también por las noches". La novela se llevó a ¡disco! en 1981 y a película en 2002. Hubo seis volúmenes de memorias subsiguientes, publicados entre 1974 y 1992, con títulos como Monty: his part in my victory o Mussolini: his part in my downfall. Paralelamente a estos acontecimientos, Spike tuvo uno o dos hijos más, fruto de aventuras extraconyugales. Enviudó de Patricia en 1978. Todavía se casaría una vez más, en 1983, con la que sería su última esposa, Shelagh Sinclair.
A partir de mediados de los ochenta, y más allá de algunas apariciones en cine y TV y algunos discos de comedia, su obra se concentró en la literatura: libros para chicos (Sir Nobonk and the terrible dreadful awful naughty nasty dragon) o versiones de libros famosos (la serie According to Spike Milligan, que se publicó hasta poco antes de su muerte). Spike se las tomó sucesivamente con el Antiguo Testamento, Frankenstein, El sabueso de los Baskerville, Cumbres, borrascosas, El amante de Lady Chatterley, La isla del tesoro y la leyenda de Robin Hood. En las dos últimas versiones ¡aparece Groucho Marx como personaje! También se editó un volumen con su correspondencia sobre el estudio de los clásicos con nada menos que Robert Graves: difícil encontrar mejor ejemplo del espíritu renacentista que lo animaba.
En sus últimos años fue vecino de Paul McCartney en Rye, East Sussex: Paul solía despertarlo entrando en su casa y tocando su piano cada mañana. En 1992 fue hecho Comandante Honorario de la Orden del Imperio Británico, en parte por sugerencia de su admirador y amigo el Príncipe Carlos, y en 2000 fue hecho Caballero Honorario. (La condición de Honorario se debía a que, como Milligan había nacido en India y su padre en una región de Irlanda que había dejado de ser parte del Imperio, no podía aspirar a la ciudadanía británica. Milligan incluso fue apátrida un tiempo, hasta que obtuvo la ciudadanía irlandesa). En 1999, una encuesta encargada por la BBC determinó que era "la persona más graciosa del milenio". Spike solía participar en campañas ambientalistas, o contra la polución sonora, o la violencia doméstica. Cuando Harry Secombe murió en 2001, bromeó con que era una suerte, así Harry no podría cantar en su ceremonia fúnebre.
Milligan murió de una falla renal el 27 de febrero de 2002, a los 83 años. Hubo tiempo para dos bromas postreras: la voz grabada de Harry Secombe sonó burlona en su velatorio, despidiéndolo con una canción. En 2002 salió su último disco, que contenía entrevistas grabadas con el periodista Michael Parkinson. El título seguramente no se le hubiera pasado por alto a un experto en dobles sentidos: se llamó Spike Milligan: The Parkinson Interviews.