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Cine Braille

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Todos estos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia

THE BOOK OF BOBA FETT

Serie norteamericana emitida por Disney+ en, hasta ahora, una temporada y siete episodios, 2021-22. Creada por John Favreau en base al universo Star Wars ideado por George Lucas. Con Temuera Morrison, Ming-Na Wen, Pedro Pascal, Jennifer Beals, David Pasquesi, Timothy Oliphant y elenco.

 

Hace unos años escribí aquí mismo acerca de Sukiyaki Western Django de Takashi Miike: “es una película sobre la inocencia perdida. Pero no sobre la inocencia perdida de un personaje o personajes, sino de la del espectador, o al menos del espectador exigido por esta apoteosis de la cita para deleite del cinéfilo. (Ya hace mucho aprendimos, o debimos aprender, que la cita es el hurto a los precursores bajo la elegante coartada delhomenaje)”. Después del laborioso y necesariamente incompleto censo de sus alusiones a otras obras, terminaba afirmando: “¿Plagios, dice usted? ¿Una reivindicación tácita de Pierre Menard? ¡La forma natural en la que la cultura circula, diré yo a todas las María Kodama del mundo y sus frenesís recaudatorios!”.
Pasaron varios años. Hoy Mickey Mouse, el CEO de la corporación Disney, ya no sólo explota el universo Star Wars: expone un siglo largo de cine a un despiadado fracking. Pero donde en un Tarantino o un Miike había genuino amor por el pasado, Mickey Mouse ve una oportunidad de alimentar su fortuna digna del tío del Pato Donald. The Mandalorian le salió muy bien, pero con The Book of Boba Fett  se nota demasiado el frenesí recaudatorio.
George Lucas tendrá bastantes problemas para contar buenas historias, sobre todo cuando quiso darle una profundidad ilusoria a su saga remontándose a su origen, pero no cabe duda de su genio visual: Boba Fett es la prueba, tanto más convincente cuanto menos se habló de él. ¡Tan cool que es esa armadura! John Favreau se encontró con ese problema, el de un personaje que era poco más que un momento de inspiración suprema de un director de arte… y tampoco lo pudo resolver.
Boba Fett es un cazarrecompensas implacable y ha trabajado para un imperio genocida: debemos creernos el inverosímil arco narrativo de que unas espantosas horas dentro del estómago de un Sarlacc y un buen tiempo de esclavitud a manos de los Tusken lo convirtieron en un Padrino capaz de respetar la vida de colegas que fueron enviados a asesinarlo y de preocuparse por el bienestar sus vecinos. No sabíamos que hasta entre los cazarrecompensas de la galaxia podía nacer una mentalidad gremial y un interés por la comunidad: punto a favor de movimientos como el socialismo, el laborismo o el justicialismo. En tu cara, Cad Bane: por cierto, otro personaje visualmente extraordinario. (Al menos páguele a los deudos de Lee Van Cleef o de Sergio Leone por la inspiración, señor Mickey Mouse).
El problema del protagonista queda expuesto más que nunca en los mejores capítulos de la serie: son justo aquellos en los que no aparece o aparece poco. Din Djarin, el Mandaloriano, sí tiene una historia convincente y hasta un camino, lo mismo que, digamos, Grogu, o casi cualquiera de los personajes secundarios. Pero ¿por qué forzar la conversión de Boba Fett en héroe, por qué, Mickey Mouse, por qué? Héroes que, además, gozan de una puntería virtuosa, del todo diferente a la de los torpes e innumerables villanos, destinados poco menos que al ejercicio del tiro al blanco. Game of thrones nunca escatimó mostrarnos el lado oscuro de personajes que, podíamos presumir, estaban destinados a la identificación del espectador, y ejecutó a su protagonista aparente al final de la primera temporada: ¿por qué tanta reverencia al espectador que todavía no alcanzó la adultez, señor Mickey Mouse, por qué?
Al censo de saqueos homenajes de John Favreau que ya ensayamos al escribir acerca de The Mandalorian podemos agregar en The Book of Boba Fett un asalto a un tren que los westerns ficcionalizan genialmente desde al menos 1903, una esclavitud a manos de unos supuestos salvajes que es a la vez aprendizaje y purificación en el sufrimiento como A man called Horse o hasta Ben Hur, la secuencia bien King Kong de un rancor desatado y una patota de cyborgs callejeros adolescentes a los que se pueden vincular a voluntad con otras obras pero que, a mí, me recuerda ladinamente a los Power Rangers. Que La Fuerza se apiade de mí.